Médula
¿Cuándo otro sabio guerrerense?
Jesús Lépez Ochoa
jesuslepez@gmail.com
Guerrero, cuna de uno de los llamados Siete Sabios de México, está entre los referentes nacionales de una mala educación, rubro en el que las proyecciones de los expertos son catastróficas, lo que debiera ocupar a nuestras autoridades, maestros y a nosotros mismos como padres de familia, dada la situación de violencia que experimentamos, ya que la ignorancia también es factor de ruptura del tejido social que tanto anhelamos reconstruir.
La Fundación Mexicanos Primero en su reporte titulado Ahora es cuando expresa que “Guerrero presenta un panorama preocupante”, pues advierte que de no emprenderse una serie de medidas congruentes y focalizadas, nueve de cada 10 jóvenes estarían fuera del sistema educativo para 2018.
El dato es alarmante. Traducido a la vida real significa que de cada 10 muchachos que actualmente estudian primaria o secundaria, solamente uno tendrá la probabilidad de concluir una carrera universitaria que le provea el acceso a empleos bien remunerados y al resto, los estamos condenando a vivir del salario mínimo, en el supuesto de que opten por una vida pobre pero honrada.
Hay que tomar en cuenta que la única igualdad que los nueve jóvenes excluidos del sistema educativo compartirían con el que seguiría dentro, sería la de necesidades, pues al igual que éste deberán procurarse alimentos, vestido y techo para ellos y su descendencia, que en personas con escasa educación suele ser numerosa.
Las desigualdades serán más, empezando por el acceso al trabajo con mayor remuneración para un licenciado, doctor, arquitecto o ingeniero y con esto a la facilidad para obtener los satisfactores requeridos por ellos y sus familias que hablando de gente mejor informada y preparada para enfrentar la vida, suelen ser planificadas.
Consciente de estas diferencias, un profesionista hará su prioridad que sus hijos concluyan una carrera. Sin duda algunas personas sin estudios también se empeñarán en sacar a los suyos adelante, como estamos seguros que muchos buenos padres y madres lo hacen, pero habrá otros para los que no resulte importante dado que ellos tampoco estudiaron.
El sabio guerrerense
El chilpancingueño Alberto Vázquez del Mercado Marquina, quien fuera ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fue también considerado uno de los siete sabios mexicanos junto con Manuel Gómez Morín, Antonio Castro Leal, Vicente Lombardo Toledano, Alfonso Caso, Teófilo Olea y Leyva y Jesús Moreno Baca, con quienes fundó la Sociedad de Conferencias y Conciertos.
Si bien, a partir de su educación media superior estuvo en la Ciudad de México, nuestro paisano cursó su educación primaria y secundaria en Chilpancingo, donde sin duda obtuvo una sólida base para sus próximos niveles de estudio.
Guerrero es cuna de uno de los referentes del intelecto mexicano, pero también, de los maestros que lo formaron en sus inicios y de sus padres que estuvieron pendientes de su educación. ¿Cuándo otro sabio guerrerense? ¿Cuándo otros profesores como los que tuvo?
Cada niño sin escuela es una moneda al aire para las futuras generaciones. Cada padre y cada maestro deciden si éste será una cara en la sociedad y tal vez hasta en la historia como fue el caso de nuestro sabio de Guerrero, o una cruz en el pavimento de la calle del olvido como muchos de los caídos por la violencia en nuestro estado. ¿Usted a qué le apuesta?
Pueblo Guerrero, 10 de diciembre de 2012
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