De decreto, para inscribir con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro el epígrafe “Primer Congreso de Anáhuac, Congreso de Chilpancingo de 1813”, a cargo del diputado Mario Moreno Arcos, del Grupo Parlamentario del PRI
El que suscribe, Mario Moreno Arcos, integrante de la LXI Legislatura por el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, con fundamento en lo establecido en la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 6, numeral 1, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración de esta soberanía iniciativa con proyecto de decreto para que se inscriba con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro el epígrafe “Primer Congreso de Anáhuac, Congreso de Chilpancingo 1813”, al tenor de la siguiente
Exposición de Motivos
Hace 198 años –justo un día como hoy, 13 de septiembre de 1813– tuvo lugar en Chilpancingo un acontecimiento memorable y trascendental para la vida de la nación mexicana: la instalación del Primer Congreso de Anáhuac. Ése es un hecho memorable porque en él se asentó, de una vez para siempre, la ruptura con el pasado, la desaparición como ente jurídico (o figura moral) de la Nueva España y, por consecuencia, el nacimiento del Estado mexicano.
El día de la apertura formal del Primer Congreso de Anáhuac, don José María Morelos y Pavón pidió a su secretario, Juan Nepomuceno Rosainz, que leyera el texto de sus Sentimientos de la Nación. Inspirado en ellos, dicho Congreso emitió el acta solemne de la Declaración de la Independencia de la América Septentrional.
Los Sentimientos del Siervo de la Nación, uno de los grandes documentos de nuestra historia, señalaron las pautas y abrieron los senderos para formar nuestro sistema político actual. Pasado y presente de México. Ideales y realidad de nuestro pueblo. Ayer y hoy se funden en los preceptos que Morelos legó a la nación mexicana. Sentimientos que trascendieron la guerra, los años y están presentes en el México de hoy. Herencia invaluable que como mejor capital legó los principios que aún orientan nuestra vida democrática.
Así, frente a la monarquía se opuso la república; frente al despotismo, la libertad; frente al absolutismo, la división de poderes; frente a la sujeción, la independencia; frente a la conquista, la reivindicación; frente al derecho divino, la soberanía popular; frente a la sucesión de la corona por nacimiento, el principio de la elección democrática; frente a los privilegios de unos cuantos y la discriminación, la igualdad de oportunidades para todos; e incluso, frente a la concentración de la propiedad en unas cuantas manos, el reparto de bienes y el respeto de la pequeña propiedad individual.
Que la soberanía dimana del pueblo; la división de poderes en Legislativo, Ejecutivo y Judicial; la igualdad jurídica y social de los mexicanos; y la existencia y aplicación de leyes que comprendan a toda la sociedad sin privilegios de ninguna especie, son algunos de los principios constitucionales que se esgrimieron como bandera de lucha por los mejores hombres que ha producido México y que, con el tiempo, se han convertido en ley, quedando incorporados como dogmas del derecho público en nuestra patria.
Sentimientos que aspiraban a un mejor gobierno para el país y, de igual manera, a una vida más justa, en la que se moderaran la opulencia y la indigencia, en busca de una mayor justicia social. Sentimientos vivos y actuales que son ejemplo de patriotismo, de amor por la verdad y la justicia así como de un gran anhelo de servir al pueblo.
En el Congreso de Anáhuac o Congreso de Chilpancingo se reunieron representantes de las provincias del país, hoy representadas por las entidades mexicanas de Guanajuato, Jalisco, Michoacán, México, Oaxaca, Puebla y Veracruz y por Tecpan de Galeana, Guerrero, tuvo como propósito fundamental promulgar una constitución propia y conformar un gobierno independiente en la América Septentrional.
Al profundizar en sus deliberaciones, el Primer Congreso de Anáhuac, Congreso de Chilpancingo, promulgó el 6 de noviembre de 1813 el acta solemne de Declaración de Independencia de la América Septentrional.
Acto de audacia política y profunda visión que, mediante un solo decreto y en abierto desafío de la Constitución de Cádiz de 1812, promulgó la independencia del territorio de lo que hoy comprenden México, Colombia, Cuba, Filipinas, Guatemala, Honduras, Panamá, Santo Domingo y Venezuela, provincias que, conforme a dicha Constitución, integraban la América Septentrional.
En memoria de aquel histórico acontecimiento político y social inherente a nuestra nación que tuvo lugar en el templo de Santa María de la Asunción de la ciudad de Chilpancingo, desafortunadamente sólo el Congreso de Guerrero ha emitido leyes y acuerdos para conmemorar el aniversario de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac; entre los más significativos: decretó en 1981, celebrar sesión solemne el 13 de septiembre de cada año, en el templo (hoy catedral) de Santa María de la Asunción declarándolo recinto oficial para tal efecto; y en 1997, instituyó la presea Sentimientos de la Nación, la cual se otorga cada año en la sesión solemne, al ciudadano nacional o extranjero que se destaque por su cercanía a los principios del Primer Congreso de Anáhuac y de los Sentimientos de la Nación como son la lucha por la paz y la democracia, la defensa de los derechos humanos y, en general, la lucha en favor de los más altos valores de la humanidad (la vida y la libertad).
Guardar memoria y conocimiento de la historia implica reconocer que la nación la hemos venido forjando por siglos, por muchas generaciones y, sobre todo, nos permite entender y comprender la realidad del México de nuestros días, con sus fortalezas y contradicciones.
Esta fecha debe entrañar una reflexión profunda y responsable sobre nuestro desarrollo histórico, lo que hoy somos y los retos que tiene la nación.
Por ello la importancia de que la conmemoración de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac, acontecimiento puramente republicano, se realice con la participación de los tres niveles de gobierno: el federal, el estatal y el municipal. Pero sobre todo, al haber sido el primer Congreso Constituyente de la nación, es innegable que el Congreso de la Unión tiene que asumir su compromiso en la remembranza de dicho evento.
Reconocemos a México como un país con instituciones sólidas y con un avanzado sistema democrático que ha generado un sistema político pluripartidista. Sistema inadecuado ya que requiere sistemáticamente su perfeccionamiento y actualización para mantener la confianza de la sociedad en los procesos electorales y estar en cada momento a la altura de las circunstancias.
Vivimos una etapa de alternancia y tenemos como reto la transición y el cambio en el ejercicio del poder, ejercicio que debe estar alejado de la intolerancia y la confrontación.
Nuestra sociedad, cada vez más informada y crítica, evalúa sistemáticamente el desenvolvimiento de las instituciones. Lamentablemente, el balance es que, pese a lo logrado, hay a veces desencanto y desconfianza. Tienen, en consecuencia, que modificarse muchos aspectos. Por ello, la necesidad de una profunda reforma institucional para alcanzar, entre otros temas, mayor equilibrio entre los poderes.
Los retos que enfrentamos son preservar la estabilidad política y social, gobernabilidad democrática sin autoritarismos y tolerancia, impulsar el desarrollo que lo saque de la postración que genera la marginación y la pobreza.
Requerimos actos precisos que ayuden a compensar el atraso del país, frente a otros con mayor desarrollo. En cada momento, el que sea necesario, debemos levantar la voz para recordarlo, pues la pobreza que se vive hoy en México sigue siendo ofensiva y lastima la dignidad humana de los mexicanos, como hace 200 años.
Retomo y me sumo a la siguiente cita de un pensador mexicano: “El mejor homenaje a Morelos es continuar su obra, enriquecerla, actualizarla, inspirarse en todo lo que ella tuvo y sigue teniendo. El mejor maestro es el que es vencido por su discípulo. La virtud de la mejor generación es la que reemplaza con victoria y con honor a la anterior. La historia de un pueblo se hace superándose a sí mismo. Nadie puede hablar del presente y menos del futuro sin conocer el pasado de su propio pueblo”.
El mejor homenaje a Morelos es poder decir algún día, en el sitio donde se instaló el Primer Congreso de Anáhuac, el Congreso de Chilpancingo, el primer Congreso Nacional de América, que los ideales de Morelos están cumplidos y que el pueblo mexicano es un pueblo feliz y la patria mexicana es una nación respetada.
Por lo expuesto propongo la siguiente iniciativa con proyecto de
Decreto
Artículo Único. Inscríbase con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro el epígrafe “Primer Congreso de Anáhuac, Congreso de Chilpancingo 1813”.
Transitorio
Artículo Único. El presente decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Palacio Legislativo de San Lázaro, a 14 de septiembre de 2011.
Diputado Mario Moreno Arcos (rúbrica)
Gaceta Parlamentaria, año XIV, número 3348-V, miércoles 14 de septiembre de 2011
Efemérides del 14 de agosto
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