jueves, 29 de noviembre de 2012

Othón Salazar Ramírez, una vida de lucha

Noé Ibáñez Martínez
iamn870705@hotmail.com


Hace poco más de dos décadas, en las elecciones municipales de 1986, el municipio de Alcozauca ya marcaba una importante coyuntura político-electoral en la historia del estado de Guerrero. Ya dos periodos de administración del partido de oposición, auguraban que se consolidaba el proyecto de izquierda y que poco a poco, expandía su influencia electoral en los demás municipios y que La Montaña se estaba tiñendo de rojo.

Para ese año, el candidato a la alcaldía, el profesor Othón Salazar Ramírez, a pesar de una intensa campaña de desprestigio y trabas electorales por parte del partido oficial, ganó la presidencia municipal y tomó posesión en medio de una protesta de simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional encabezados por el candidato priista, Baltasar Villanueva Andrade.
En una tribuna improvisada en la calle Miguel Espinobarros, el 1 de enero de 1987, el secretario de Gobierno, Jesús Ramírez Guerrero acudió a dar posesión al alcalde electo, dirigiéndose al público: “el que este municipio por tercera vez sea ganado por un partido de izquierda, es también una muestra de institucionalidad, en el que se ha gobernado con profundo sentido social y alto contenido político”.

Por su parte, Othón Salazar señaló que: “con la toma del palacio municipal se quiso montar una guerra de pobres contra pobres, cuando ellos tienen mil cosas en común. En ello converge anhelo socialista de romper las cadenas de la vida trágica de los mixtecos. Me comprometo a promover la democracia directa con la participación de todas las comunidades y por delante va mi corazón de comunista para querer a mis semejantes. Aquí hay un verdadero movimiento de masas”.

Salazar nuevamente señaló: “aquí está conquistada la esperanza de romper todas las cadenas que oprimen social y económicamente a nuestros pueblos y, algún día, será nuestra generación, será la que viene, será quien sabe cual, pero un día mis hermanos de raza, mis hermanos mixtecos tendrán en su mesa alimentos que los nutran, tendrán en su cuerpo ropas que los cubran, tendrán médicos que los atiendan, tendrán escuelas que les abran los caminos de la formación profesional y el cultivo de la inteligencia”.
 
Era un día de fiesta, cientos de ciudadanos de Alcozauca y de comunidades pertenecientes a la cabecera, estuvieron presentes, tres bandas de música de Chile Frito, no dejaban de tocas “las chilenas”. El entusiasmo se desbordó en las calles cercanas, cientos de hombres y mujeres salían de sus casas para escuchar y ser testigos del triunfo del Partido Socialista Unificado de México.
Entre tanto, los priistas derrotados, tenían reacciones muy diferentes frente al edificio de la presidencia municipal: los carteles y la propaganda impresa de su partido eran quemados y con machetes y cal eran borrados los emblemas y leyendas del partido tricolor; de esa manera los priistas daban la espalda a su partido. Más tarde inició un baile a ritmo de “tamborazo”, las chilenas y los sones mixtecos alegraron por varias horas”.

Los párrafos anteriores, constituyen un pequeño libro biográfico como homenaje a una vida de lucha por la defensa de los derechos de nuestros hermanos indígenas. A cuatro años de su fallecimiento, Othón Salazar regresará a su tierra natal convertido en historia este próximo 4 de diciembre; seguramente, en el evento estarán presentes familiares, amigos y camaradas; para rendirle un merecido homenaje y decirle que sus ideales siguen vivos.

Que el sueño que alguna vez llevó a Othón Salazar mantener viva la esperanza de una sociedad más justa y equitativa, más humana y con oportunidades para mejorar la calidad de vida, principalmente de los sectores más vulnerables y que continuamente eran violentados y aislados sus derechos fundamentales; lo llevó a entregar hasta el último día de su vida, con pasión y entrega, el de ser un soldado del pueblo.

Periódico Pueblo Guerrero, 29 de noviembre de 2012

jueves, 1 de noviembre de 2012

El TEPJF validó designación de consejeros del Instituto Electoral de Guerrero

Declaró infundados los agravios que expusieron 13 actores en 13 juicios para la protección de los derechos políticos electorales que promovieron ante ese cuerpo colegiado

 
La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validó ayer la designación de consejeros electorales del Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG), la cual se realizó el 11 de septiembre de este año, al declarar infundados e inoperantes los agravios que expusieron 13 actores en 13 juicios para la protección de los derechos políticos electorales que promovieron ante ese cuerpo colegiado.
 
Con este fallo, quedaron firmes las designaciones de José Guadalupe Salgado Román, Jesús Villanueva Vega, Román Jaimes Contreras, Ramón Ramos Piedra, Jehová Méndez Olea, Alfonso Lara Muñiz y Nazarín Vargas Armenta, como consejeros propietarios del Instituto Electoral del Estado; así como los nombramientos de René Vargas Pineda, Jorge Mendoza, Francisco Fernando Ruiz, Olegario Martínez, Pedro Pablo Martínez y Marisela Reyes como consejeros suplentes, para el periodo comprendido del 16 de noviembre del 1012 al 15 de noviembre del 2016.
La confirmación de los nombramientos de los consejeros electorales de Guerrero fue por unanimidad de los magistrados del máximo Tribunal Electoral del país que preside José Alejandro Luna Ramos, a través de una resolución de la que se desprende que en el procedimiento de selección y designación de los nuevos miembros del IEEG, se privilegió la experiencia y la profesionalización de los nuevos funcionarios.
 
En cuanto al agravio que hicieron valer tres mujeres que participaron en el proceso de selección de consejeros porque no se tomó en cuenta la equidad de género al ser excluidas de las designaciones, éste fue desechado sobre la base de que en la convocatoria no existió ninguna norma discriminativa, y que por el contrario brindaron las mismas oportunidades para todos los participantes, y que por lo tanto no fueron violentados los derechos de las actoras. (Agencia Periodística de Investigación)
 
Pueblo Guerrero, 01 de noviembre de 2012

Barricadas y toque de queda en Olinalá; toman el ayuntamiento

Pobladores desarman a policías y crean comisión de vigilancia para enfrentar a bandas

Barricadas y toque de queda en Olinalá; toman el ayuntamiento

Según autoridades de Guerrero, la alerta se debe a información falsa sobre presunto levantón
Oídos sordos ante advertencias de que el crimen organizado opera en la zona: Tlachinollan

Foto
Pobladores de Olinalá, Guerrero vigilan una de las entradas a la cabecera municipalFoto Lenin Ocampo
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 1º de noviembre de 2012, p. 35
 
Chilpancingo, Gro., 31 de octubre. Unos 700 habitantes de Olinalá, algunos armados con escopetas, instalaron barricadas en los cinco accesos a la cabecera municipal, entre ellos el que conecta con Puebla, para impedir el ingreso de la delincuencia organizada; además, impusieron toque de queda de las 22:30 a las 5 horas y suspendieron las clases.
 
El viernes pasado fue encontrado muerto un taxista que había sido secuestrado. El sábado, durante el sepelio, los pobladores se enteraron de que un grupo armado había levantado a un comerciante.
Entonces tomaron el ayuntamiento, desarmaron a los 16 policías municipales y en un domicilio donde presuntamente se alojaban los secuestradores incendiaron una camioneta, un automóvil y varias motocicletas.

Luego formaron la comisión de supervisión y vigilancia de Olinalá y dijeron que se vieron obligados a hacer justicia por propia mano porque los delincuentes extorsionan, desaparecen y matan en ese municipio de la Montaña de Guerrero sin que las autoridades actúen. Se trata de un levantamiento social ante el acoso de presuntos sicarios, dijeron.

Ese día, una fuente del gobierno del estado informó, con base en un reporte de Fidel Mejía Ruiz, comandante de la policía de Olinalá, que la revuelta se debió a una confusión, ya que pobladores localizaron abandonada una furgoneta propiedad del transportista Juan Mejía Martínez y pensaron que había sido secuestrado. Más tarde se supo que el permisionario fue a Tlapa, donde compró refacciones para el vehículo. Ante esta información, los pobladores se retiraron del palacio y regresaron las armas, dijo la fuente.

Esa explicación fue retomada hoy por el secretario de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, quien dijo no tener conocimiento de las barricadas y desmintió que el Ejército y la policía sean incapaces de enfrentar a la delincuencia.
 
Creo que no debemos actuar a la ligera, pensando que se ha rebasado a la autoridad. La revuelta del sábado, dijo, se debió a una camioneta abandonada.

Sobre la formación de una policía comunitaria con ciudadanos de Olinalá, Huamuxtitlán y Cualac, expresó: “Esto tiene origen en Huamuxtitlán, que propone que se integren (esos municipios) como zona de La Cañada, pero eso es otra cosa y no debe verse en función de los últimos acontecimientos.
(En Huamuxtitlán) no hay gente armada; el frente que están haciendo (en Olinalá) es un grupo ciudadano que no tiene una función específica, agregó.

Sin embargo, para Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, la situación en la zona de La Cañada es muy grave porque el pueblo ha rebasado a las autoridades municipales, estatales y federales por su incapacidad para garantizar la seguridad.
Recordó que desde hace tiempo el crimen organizado merodea en las rutas de Tlapa a Huamuxtitlán y Xochihuehuetlán, así como en aquellas que conducen a Huamuxtitlán, Cualac, Olinalá, Papalutla y Huitzuco “pero las autoridades no atendieron los reclamos de seguridad.

No fue fortuito que en la primera ruta ocurriera el asesinato del diputado federal Moisés Villanueva de la Luz y varios secuestros y asesinatos de taxistas; además, hace 12 años fueron detenidas en Olinalá y procesadas personas relacionadas con la delincuencia organizada, recalcó.

Agregó que la región de la Cañada se encuentra en un proceso de insurrección contra la delincuencia organizada. Esto es bueno porque los ciudadanos toman en sus manos la seguridad, pero es malo porque se suplanta a las autoridades. ¿Para qué queremos autoridades que solamente vegetan?, agregó Barrera Hernández, quien consideró que el crimen organizado ya penetró las policías municipal y estatal.