lunes, 20 de agosto de 2012

Elecciones en Guerrero: romper el mundo de la apariencia

Entretelones

José Luis Ayala
Lo que pasó en la Tierra Caliente del Estado de Guerrero, puede ser un referente para el análisis de los resultados electorales. Primero, se trata de no ver a la jornada del primero de julio como cheque en blanco, una patente de corso que permite hacer y deshacer de manera arbitraria, al margen de la autocrítica; segundo, entender que los resultados no se trasladan mecánicamente, de elección a elección y, tercero, revisar a detalle los elementos multifactoriales endógenos exógenos que dieron origen a los resultados.

Parece que no será suficiente decir que los resultados deben atribuirse solamente al “efecto López Obrador”. A ello habría que agregar la imagen gubernamental, en este caso, la del actual gobernador Ángel Aguirre Rivero, las decisiones intrapartidarias y el deterioro, mayor o menor de cada partido, así como los candidatos y la penetración entre los potenciales votantes.

La población observa y toma nota. Hoy, Tlalchapa amanece con un color de paisaje, un gobierno perredista con Guadalupe Eguiluz; en Ciudad Altamirano se registra a Tania Mora Eguiluz como recaudadora de rentas; Hugo Carranza, administrador del hospital de Coyuca de Catalán, buscaba la recaudación de rentas de Ciudad Altamirano; en Coyuca de Catalán, el presidente municipal electo es Rey Hilario Serrano, egresado de la Preparatoria número 1 y luego de la escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero, quien le ganó al candidato del PRI, Abel Montúfar, que, por cierto, impugna Paso de Arena, comunidad en donde ganó.

En el Distrito 1 federal, el ganador es Catalino Duarte, militante del sol azteca, mientras que en el Distrito 18 local el ganador es Nicanor Serrano Adame, ex presidente municipal de Arcelia, que, para ir a la constitucional, primero dejó atrás a sus compañeros Ramiro Alonso de Jesús, Nicandro Mojica Alvear, Rafael Díaz Salgado; el Notario Aurelio Gutiérrez, de antigua tradición priista, se sobredimensionó y se fue a competir por el PAN.

También en el mismo distrito electoral federal 1, pero por el Revolucionario Institucional, compitió Silvia Rivera Carbajal, oriunda de Ciudad Altamirano y abogada de profesión, egresada de la universidad Autónoma de Guerrero, presidenta del OMPRI en Guerrero, que inicia campaña 22 días antes de concluir el plazo y en donde no apareció su nombre en la boleta electoral, sino el de la doctora Verónica Muñoz Parra, ex alcaldesa de Chilapa, que entró a sustituir a un representante de peso político en Pungarabato, Gustavo Adolfo Quiñones, para cumplir el principio de equidad de género y a la postre ubicada en el sexto lugar de la lista de representación proporcional por el PRI, propuesta para ser integrante de la LX legislatura al Congreso guerrerense.
El primer distrito electoral federal se compone de los siguientes municipios: Coyuca de Catalán, Arcelia, Tlapehuala, Cutzamala, Tlalchapa, San Miguel Totolapan, Ajuchitlan, Zirándaro, Pungarabato, Apaxtla, Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo. Para el análisis, referido al inicio de esta entrega, aquí habría que anotar que, probablemente, de todos los resultados, en el plano de los nueve distritos electorales federales en Guerrero, aún en las condiciones en que se desarrollo la participación de Rivera Carbajal, sea el más cerrado en términos de sufragios.

Ometepec, Acapulco, Petatlán, Chilpancingo: Descifrar el mensaje de las urnas

Similar atención merecen los resultados en Ometepec, con Atenógenes Vázquez, que participó con la coalición que encabezó el PRI, contra Salvador Robles Zacapala; lo que arrojaron las urnas en el Distrito 16, con Eduardo Montaño Salinas, en la Costa Chica de la entidad y; recordar el comportamiento electoral ciudadano en Petatlán, en la Costa Grande, así como lo que aconteció en el Distrito 9 de Acapulco, en donde Ilich Lozano Herrera, formado en la Izquierda, hijo del profesor UNIVERSITARIO, Justino Lozano y la actual secretaria de la Mujer, Rosario Herrera, no logra los resultados que esperaba.

Para los anales de la historia y su sometimiento una y otra vez a revisión, es lo que arroja la jornada del primer domingo de julio en la zona Centro, concretamente en Chilpancingo, donde los adherentes al candidato, que al final triunfó, daban por hecho que sería un paseo del tricolor y, conforme avanzaba el Programa de Resultados Preliminares, el cuartel priista no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Es decir, en todo proceso social, no hay nada a perpetuidad, no existen las verdades eternas e inmutables, vamos, la fatalidad de la verdad única.

Periódico Pueblo Guerrero, 20 de agosto de 2012

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