Acapara el tema de Ayotzinapa el evento de los Caídos del 60
Baltazar Jiménez Rosales
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*Todos se manifestaron en defensa de la normal “Raúl Isidro Burgos”
*No hubo mención para Gonzalo Rivas, víctima de los “estudiantes”
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Además de recordar a los caídos del Movimiento de 1960, el evento conmemorativo a este pasaje de la historia de esta entidad suriana sirvió de marco para que los principales dirigentes de esa gesta manifestaran su respaldo a los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa y se pronunciaran en contra del cierre de esta institución educativa.
Jesús Araujo Hernández, dirigente en ese entonces de la Federación Estudiantil Universitaria Guerrerense (FEUG); Constantino Salmerón, Pablo Sandoval Cruz y Arturo Miranda Ramírez, dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) condenaron la muerte de los dos normalistas de Ayotzinapa durante el desalojo de que fueron objeto el pasado 12 de diciembre cuando bloqueaban la Autopista del Sol, a la altura del Parador del Marquez.
En sendos discursos maratónicos, todas estas personalidades que de alguna u otra forma participaron en el movimiento que originó la caída del gobernador de ese entonces, Raúl Caballero Aburto, y la autonomía de la Universidad de Guerrero, se pronunciaron en contra del cierre de la Escuela Normal de Ayotzinapa, “porque su gran delito siempre ha sido estar del lado de las causas justas de nuestro pueblo”, dijo Arturo Miranda, quien precisamente resaltó que participó en el Movimiento del 60 como estudiante normalista.
Por su parte, el doctor Pablo Sandoval Cruz, quien en 1960 era el presidente de la Sociedad de Padres de Familia, expresó que “hoy los gobiernos que odian a los pueblos, que odian a la clase menesterosa, quieren cerrar, la Escuela normal que ha sido uno de los últimos baluartes revolucionarios con que se nos dotó después de la Revolución de 1910, por lo que se pronunció por defenderla como se defiende a la UAG.”
Y agregó: “no es cierto que queramos el cierre de la normal, lo que queremos es que se transforme”.
Asimismo, en cuanto a la versión que indica que detrás del movimiento que actualmente impulsan los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa hay otros intereses, Sandoval Cruz señaló que sí hay intereses, pero para incrementar la matrícula de la institución, para que el mínimo para aceptar a estudiantes de nuevo ingreso sea de siete, para que se les dé una buena alimentación, además de la construcción de laboratorios y talleres, porque Ayotzinapa nació con una doble función académica científica, pero además, de trabajo, expresó.
El vetusto líder de la izquierda se pronunció también porque haya una investigación seria y responsable en la que no es necesario que participen integrantes de instituciones del extranjero, ya que en México y en Guerrero hay los elementos suficientes para hacerla para castigar a los culpables.
Sin embargo, a pesar de los maratónicos discursos que estos personajes dedicaron al tema de Ayotzinapa, ninguno de ellos tuvo, cuando menos, una palabra para el empleado de la gasolinera “Eva”, Gonzalo Rivas Cámara, que por activar el mecanismo de seguridad de esa estación y tratar de sofocar el fuego que prendió un estudiante de esa institución, todavía se debate entre la vida y la muerte en un hospital del estado de México.
Tampoco ninguno de ellos exigió la presentación ante las autoridades ministeriales de ese criminal estudiante que incendió la bomba despachadora de combustible.
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